Salud y Seguridad Laboral  |  violencia de género

Bidones de agroquímicos

Por Utelpa
El ajuste ajusta

Fotos: Utelpa


El último fin de semana, un usuario de facebook compartió fotos de una escuela rural de la provincia, cuyo interior se encuentra lleno de bidones vacíos que en algún momento han contenido agroquímicos, entre ellos, glifosato. Si bien el colegio se encuentra abandonado y en desuso, desde UTELPa consideramos importante destacar, una vez más, la instalación del tema que desde el 2016 venimos trabajando.

Cada año somos testigxs de intentos de avance de la industria agroquímica por sobre nuestras sociedades e instituciones educativas. Asimismo, somos protagonistas de la lucha que esto implica. Un producto de esta lucha colectiva es el Protocolo de Escuelas Fumigadas vía terrestre o aérea, con el cual contamos hace más de 4 años, luego de su elaboración por la Comisión Mixta creada por acuerdo paritario, por propuesta de la UTELPa. El Protocolo de actuación y denuncia se elaboró con el objetivo de ofrecer herramientas a los equipos de gestión y personal docente ante un caso de fumigación con agroquímicos en las adyacencias de una escuela en el ámbito de la provincia de La Pampa. Es una guía con pasos concretos de cómo las autoridades de los establecimientos educativos deben actuar a los efectos de resguardar las pruebas y documentar el caso debidamente con vistas formular una presentación administrativa o judicial. A su vez, permite visibilizar una problemática que ha sido ignorada por el Estado, principalmente en el período que involucró al gobierno neoliberal macrista, en cuyo mandato el Ministerio de agronomia, agricultura y pesca pasó a denominarse de agroindustria, priorizando la producción agropecuaria a partir de la introducción del paquete químico.

Todo este procedimiento está fundamentado en el art. 41 de la Constitución Nacional, y las leyes provinciales vinculadas a Ambiente, Plaguicidas y Agroecología, en las cuales los Estados nacional y provincial han tenido un avance importante en los últimos años. Asimismo, la actual Ley provincial de plaguicidas es otro ejemplo de lucha colectiva: vino a mejorar la Ley provincial 1173 de agroquímicos, pudiendo ser intervenida desde nuestro lugar de sindicato para mejorarla. En concordancia con esta, se aprobaron la Ley ambiental provincial y la ley de agroecología, de las cuales debemos empoderarnos para provocar un cambio de paradigma.

En tal aspecto, un antecedente fundamental ha sido la multa aplicada por la Provincia en el presente año a la empresa Ferroexpreso Pampeano luego de haber encontrado, en el 2020, 400 bidones de agroquímicos enterrados. Estas iniciativas se enmarcan dentro de un proyecto estatal que tiene como base la garantía de la salud y el bienestar de todxs lxs habitantes, lo que incluye el derecho a convivir en un ambiente sano, equilibrado y apto para el desarrollo humano. En tal aspecto es fundamental que acompañemos estas medidas denunciando y visibilizando estos hechos que ponen en riesgo la salud de nuestra comunidad educativa, y sugiriendo lo que concibamos urgente, como lo es la actualización del ejido urbano municipal, así como exigir que que el protocolo se cumpla de forma tal que su actuación permita evitar riesgos de intoxicación. 

Como organización sindical y como ciudadanxs, concebimos necesario continuar generando estrategias colectivas en defensa de nuestra salud, de un trabajo digno y humano, frente a formas de producción extractivista, que de forma hostil persiguen un mayor lucro. Conocer las normativas, denunciar los riesgos y controlar que se implementen medidas correctoras, permiten generar acciones concretas de gestión en la prevención y asentar el camino hacia escuelas, niñeces, adolescencias y sociedades sanas y seguras.