Escuelas fumigadas, una práctica que se repite en toda la Argentina
Por UTELPa
Foto: Stock
E l pasado 24 de septiembre se llevó a cabo una charla sobre las Escuelas Fumigadas y los protocolos necesarios para protegernos por parte de la Comisión de Seguridad e Higiene de Utelpa que encabeza el compañero Darío Muñoz. El evento tuvo lugar en el colegio Provincia de La Pampa de la ciudad de Santa Rosa y forma parte de una intensa actividad que está llevando a cabo nuestro gremio en todo el territorio para hacer conciencia sobre esta problemática que está muy presente en nuestra provincia.
De hecho, más de 700.000 niñxs y adolescentes que estudian en escuelas rurales y/o en pequeñas localidades están en riesgo por las fumigaciones con plaguicidas que se realizan en los campos aledaños a los establecimientos educativos.
Así está ratificado en los datos oficiales, que fueron difundidos durante una audiencia pública del Parlamento argentino. Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Corrientes, Neuquén, La Pampa, Entre Ríos y Santiago del Estero son algunas de las provincias en las que las escuelas rurales y/o de pequeñas localidades rodeadas de campos, conviven a diario con la producción agraria y la aplicación de venenos.
El caso más representativo de lo que ocurre en el país se encuentra en la región del Litoral. A través de un monitoreo ambiental, en agosto de 2017, un estudio del CONICET reveló que el poblado entrerriano de Urdinarrain cuenta con la mayor acumulación mundial de glifosato, herbicida que en 2015 fue declarado “cancerígeno” por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Lo que ocurre es que no se trata de un caso aislado, sino un ejemplo de lo que pasa en muchas partes del país. Si el trabajo se hacía en cualquier otro pueblo fumigado, el resultado hubiera sido muy parecido, porque no se trata del lugar sino del modelo de producción.
No solo el veneno mata, sino también la indiferencia social y en estos momentos hay una exigencia social para vivir en ambientes libres de tóxicos.