Derechos Humanos  |  violencia de género

Día del veterano y los caídos en la guerra de Malvinas

Por Utelpa
El ajuste ajusta

Fotos: Utelpa


El proyecto militar Genocida instaurado en el país para implementar el modelo Neoliberal tutoriado por Estados Unidos dejó consecuencias graves de destrucción de un posible proyecto soberano. Exterminó la solidaridad y la militancia social, destruyó la industria nacional y debilitó la economía del país endeudándola con el FMI.

El relato de la Junta Militar sobre la guerra de Malvinas es el de una gran gesta donde se luchó con las armas para defender la patria con valor. Este es un discurso de la milicia que niega y elimina diferencias jerárquicas al interior de las fuerzas armadas. Por un lado, se encontraban aquellos formados profesionalmente para la milicia, y por el otro, los soldados jóvenes, de 18 años de edad, inexpertos que fueron violentados (torturados) y obligados a ir sin preparación ni condiciones materiales básicas. Aquí se los llama a todos héroes por ser parte y defender el mismo objetivo militar.

Nos cabe entonces desarmar y reconstruir una idea de heroísmo que no justifique la atrocidad de la guerra, y menos aún en el contexto de terrorismo de Estado. Además, hay que poner en valor las acciones y la vida de quienes sufrieron en forma directa la guerra y la significaron como mejor pudieron, dentro de las relaciones de opresión.

Hay testimonios que indican que eran mejores las condiciones de los soldados prisioneros de guerra que la vida que se les daba en sus propias filas. Para la compleja construcción de la memoria colectiva sobre la guerra de Malvinas, resulta necesario reconocer estos testimonios y sufrimientos otorgándoles el valor de la resistencia de modo integrado al carácter de "víctimas" en lugar de pensarlos en un sentido de subestimación.

Nombrar a los soldados ex combatientes como víctimas del proceso militar, que fueran enviados a una muerte segura o al padecimiento, no debería suponer la negación de un carácter heróico en un sentido de voluntad de lucha y resistencia, sino el reconocimiento de un doble valor por ser parte de una historia que, en poder y dominio de  sectores eclesiásticos, civiles-empresariales, y militares, tuvieron que soportar y resistir la fuerza brutal de esa dominación.

Hasta nuestros días continúan los casos de suicidios de excombatientes, sobreviviendo entre ser nombrados como héroes por los mismos que los sometieron, o ser nombrados como víctimas, entre la exaltación de aquel hecho y el olvido, entre  el ninguneo y el acompañamiento de las políticas públicas.

En democracia, los diferentes relatos y premisas incursionaron en los distintos gobiernos el señalamiento de la importancia del reclamo sobre las islas Malvinas. Esto se debe a que es una porción de territorio nacional ocupada por una potencia imperial, que se ubica estratégicamente dada su cercanía a la Antártida, el control del paso bioceánico, las riquezas pesqueras y el petróleo en su plataforma marina. Quizás sean los mismos soldados sobrevivientes quienes deban contarnos su propia verdad, y nosotrxs simplemente escucharla atentamente, al tiempo en que seguimos construyendo reflexión y exigiendo nuestra soberanía sobre las islas.